Un día su tía le había reprochado al niño por haberse comido otro pedazo de flan a pesar de que ella le dijo que no. Lo mandó a su habitación con tres bofetadas en la cara y culo y hasta llegar a su habitación le pidió, no, deseó su muerte. Se levantó el día siguiente en el cuerpo de su tía.
Fue entonces cuando todo se transformó. La irrealidad pasó a formar parte de la vida del niño. En un abrir y cerrar de ojos era lo que nunca quiso ser.
Se despertó sobresaltado, metido en un camisón color carmín y con ruleros por toda la cabeza. Su tío estaba a su lado, acostado del lado izquierdo de la cama, roncando. Se levantó para verse al espejo y éste no le devolvió la imagen que deseaba ver. Unos minutos más tarde, su primo se le acercó y le pidió el desayuno. El niño se espantó ante su primo y salió corriendo a la calle. Estaba descalzo y se tropezó con una botella de vidrio, se cortajeó los pies y sangrando, comenzó a llorar.
Era una pesadilla y era imposible volver a su cuerpo.
Fue entonces que pudo vislumbrar otra realidad, estando en un cuerpo ajeno, pero con su conciencia intacta. Los impulsos y conceptos embebidos en el cuerpo de su tía lo llevaban a actuar con rencor, agriedad, dureza y desilusión. Pero esta era una oportunidad para él de construir otra realidad.
Fue así que tomó una nueva actitud, es decir, atendió a su primo como si fuera su hijo y a su tío como si fuera su marido. Con esto notó que era difícil tener una vida llena de responsabilidades. Acudió entonces a sus piedras mágicas, pidiéndoles volver a ser el de antes pero intentando comprender el por qué de las cosas.
Fue así como se despertó y decidió cambiar de ambiente. Pero ¿cómo lograrlo? Era un niño. Y lo decidió. Lo tentó la idea de matar a su tía. Era un niño, sólo estaría encerrado en un hospital por un tiempo. Pero no era buena opción, el lugar no sería mejor.
Entonces comenzó a portarse mal, lo expulsaron del colegio, se volvió indomable. Su tía lo echó y no lo reclamó. Él se fue. Viajó, pidió dinero y vivió en la calle, y llegó a Santiago del Estero, al pueblo de su mamá. Y allí encontró a su abuela, que se había peleado con su tía pero era amorosa con él. Y volvió a vivir como un niño.
AUTORES: Nancy, Miriam, Claudio, Richard, Mara, Natalia.
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