viernes, 16 de octubre de 2009

Emotiva muerte en moto- idea seleccionada y por encargo

Luz_caritaruborizada tiene 15 años, una moto y un gran desorden emocional. Ese día estaba llena de ira pues por un corte de corriente se había quemado su laptop y ahora no podría encontrarse en la sala de chat con su novio Lalo, de la tribu Emo.

Era un 6 de agosto y hacía mucho frío tras la nevada en la sierra cordobesa, aún había escarcha en el pavimento pero a ella no le importó tenía que encontrar a Lalo sí o sí, antes de fuera demasiado tarde.

Subió a su moto y sin escuchar el grito de su madre de: ¡ponete el casco!, partió a gran velocidad haciendo un ruido tremendo pues el caño de escape era muy trucho. Sus ojos cristalizados por el frío estaban rojos y llenos de furia. Trataba de no pensar en el problema de la computadora pero era inevitable y hasta podía sentir el olor a cable quemado con solo pensar en ese momento.

Enceguecida dobló en la esquina de la avenida principal y para su sorpresa por esquivar un gato se llevó puesto un perro al que dejó rengo. Ni se bajó de la moto, los transeúntes auxiliaron al canino y para entonces ella ya estaba 20 cuadras más adelante.

Poco después su velocidad e irresponsabilidad volvieron a jugarle una mala pasada. –El asfalto está resbaloso señora! No es mi culpa- Le dijo a una vendedora de un puesto de flores que había quedado desbaratado por el impacto. Luz levantó su moto, comprobó que su celular funcionara, se sacudió las rodillas y nuevamente hizo sonar su escape ruidoso. La florista la insultaba en chino y Luz le hacía fuckyou mientras manejaba con la otra mano, escapando sin hacerse cargo de nada.

Y entonces sonó el celular, sin dejar de manejar leyó el mensaje de texto de lalo: ya es tarde, no te gastes en venir, hoy es el fin-

Muy nerviosa y manipulada por el texto de su novio emo apretó la tecla para responder. Su mano temblaba pero con su dedo gordo tipeó la respuesta sin detener su marcha. –no lalo no lo hagas yo te...

El mensaje no fue enviado. La moto voló por el aire junto con el celular y con Luz cuando un joven abrió la puerta de un taxi sin mirar atrás. La puerta se desprendió y el muchacho quedó estampado contra un colectivo que pasaba. Lalo murió al instante, ella no, solo quedó tarada, un poco más de lo que ya era.

Fue internada en una clínica después de su shock postraumático. Por ser menor los cargos se los llevó la madre que hoy cumple tareas comunitarias por las imprudencias de su hija. Ella sigue pensando que con el casco puesto nada hubiese sucedido.

El perro y su yeso $2000

La florista y su puesto $10000

Un novio Emo no tiene precio.

Tierry Joano Lavalle de Louis

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