jueves, 26 de noviembre de 2009

Las 28 palabras (y una de yapa 3)

Las 28 palabras del abecedario

AMELIA-BANCO –CALMA-CHARANGO-DEMIAN-ELEGANCIA-FACULTAD-GOTAS-HERMOSURA-IDEOLOGÍA-JUNTOS-KILÓMETROS –LUNA-MARIPOSAS-NIÁNGARA-ÑUDO-OPERACIÓNES-PERSEVERANTE-QUIRÓFANO-REHABILITACIÓN-SENSACIONES-TENTACION-UNIDOS-VALENTÍA-WILSON-XASOFÓN-YASMIN-ZAPATOS

AMELIA y YASMÍN eran amantes de las aventuras, estudiaban Hotelería y Turismo en una FACULTAD muy importante del país. Como eran las mejores alumnas la institución decidió becarlas para que fueran a conocer las cataratas del NIAGARA.

Ni bien se enteraron de la noticia fueron a armar el bolso. Cuando llegaron al hotel y desarmaron las valijas Yasmín se dio cuenta que le faltaban sus desgastados ZAPATOS de la suerte y mil SENSACIONES diferentes le invadieron el cuerpo, sabía que si no los tenía algo podría salir mal pero era muy tarde para regresar. Amelia insistió, al ÑUDO como tantas veces, en que no debía ser tan supersticiosa porque esa IDEAOLOGÍA no la favorecía en su crecimiento personal. Yasmín hizo caso omiso y se sentó en un BANCO a hacer el duelo por sus zapatos olvidados.

Al levantar la vista, después de estar regando durante una hora el jardín con agua salada, vio la HERMOSURA materializada, a los pocos minutos se enteró que portaba el nombre de DEMIAN, al mirarse se reconocieron y a partir de ese momento ambos supieron que debían estar JUNTOS para toda la vida. Gracias a su aparición se olvidó de sus zapatos y de las desgracias que su cabeza había proyectado para esa estadía.

Amelia sintió alegría por su amiga y más aún cuando se enteró que el joven estaba acompañado por un amigo, que si bien no era tan bello, tenía una ELEGANCIA que lo distinguía de los demás y mucho más se enamoró después de descubrir que tocaba el SAXOFÓN porque esa melodía la transportaba a su niñez, cuando su abuelo la invitaba los domingos a comer pastas y tocaba ese instrumento.

Al día siguiente las esperaba las cataratas, esa noche la CALMA se fue de paseo y en su lugar una ansiedad difícil de definir las acechaba.

La mañana era más fresca de lo habitual, una brisa leve movía las cortinas de la habitación de Amelia y el silencio fue interrumpido por las notas de un CHARANGO que la despertó.

El músico era WILSON, su media naranja, sabía tocar más de diez instrumentos pero al hotel sólo había llevado dos porque eran los que más le gustaban. Improvisó una breve serenata y ella se sentíó como salida de un cuento de hadas, GOTAS multicolores brotaban de sus ojos verde-azulados.

Desde la otra habitación Yasmín discaba el teléfono para avisarle que debían apurarse porque tenían que recorrer varios KILÓMETROS para llegar hasta el Niágara. Amelia no lo oía porque estaba anonadada con su príncipe. El hechizo se rompió cuando tres golpes inminentes sonaron en la puerta y la obligaron a atender. Yasmín llena de furia empezó a vociferar cuanta palabrota se le venía a la boca y ella la miraba sin reaccionar. Wilson guardó su charango y subió como una bala a la habitación para defender a su princesita.

Los ánimos se calmaron cuando apareció Demian quien no necesitó ir hasta la habitación de su enamorada porque los gritos que profesaba le habían permitido ubicarla rápidamente. Él pensaba declarle su amor y pedirle que se comprometieran frente a las cataratas pero al ver semejante cuadro lo hizo allí y le entregó después de pronunciar unas dulces palabras un cofre que tenía en su interior un delicado anillo de nácar. Ella ruborizada por la situación lo besó tiernamente en los labios y partieron los cuatro rumbo al paradisíaco lugar.

La tarde lentamente iba haciendo su aparición, los ojos le quedaban chicos para ver semejante maravilla, las palabras estaban de más , solo se dedicaron a contemplarla por varios minutos hasta que un pequeñuelo interrumpió su estado de éxtasis para entregarles un volante en el que se promocionaba un paseo en lancha para conocerla desde otra perspectiva, la TENTACIÓN fue grande y accedieron.

En el momento de subir Yasmín volvió a recordar a sus zapatos y sintió que mil MARIPOSAS invadían su diafragma, la sensación duró unos instantes y la perturbó pero Demian la tomó fuerte de la mano y nuevamente la VALENTÍA volvió a ocupar su lugar y los lepidópteros volaron lejos de allí.

El gomón en el que subieron era pequeño, iban seis pasajeros, el que lo conducía y el pequeño que les había entregado el volante. Estaban tan UNIDOS que parecían haber entrado a presión. A Yasmín le tocó ir sobre uno de los bordes y tras una maniobra complicada cayó al agua, todos empezaron a gritar, ella había perdido la conciencia y flotaba como una rama seca, el conductor hábilmente logró rescatarla y la trasladaron al hospital más cercano.

Demian se sentía culpable por no haberle cambiado el lugar, Amelia y Wilson le hacían entender que nadie había sido el culpable, aunque ella muy en su interior sospechaba que los únicos culpables habían sido los desgastados zapatos de la suerte que se estaban vengando por no haber ido a ese lugar mágico.

Muchas LUNAs pasaron, la sometieron a varias OPERACIONES porque su brazo había sufrido una fractura expuesta. Demian no se movía de la puerta del QUIRÓFANO mientras practicaban las operaciones. Ella al saber que eso sucedía se sentía protegida y el miedo no se animaba a habitarla.

La REHABILITACIÓN fue un éxito, los médicos dijeron que se debió a que ella fue una joven muy PERSEVERANTE y no se dejó vencer por los obstáculos presentados. El brazo le quedó bien y su amor por Demian se volvió incondicional.

Yasmín y Amelia se recibieron de Licenciadas y junto a sus maridos, Demian y Wilson, se dedican a realizar turismo aventura durante dos meses en el año.

Lo primero que guardan en el bolso son los desgastados zapatos de la suerte de Yasmín

Flavia Hein.

Foto de Cataratas del Niágara

No hay comentarios:

Publicar un comentario