viernes, 20 de noviembre de 2009

Celina Five - el anagrama-




Nombre: FLAVIA YESICA HEIN

Anagrama: CELINA FIVE

Dimensión física
Nombre del personaje Celina Five
Edad : 20
Aspecto físico : 1,80. Contextura delgada, cabello colorado, ojos verde esmeralda, está embarazada.
Sexo : femenino
Nacionalidad : argentina

Dimensión psicológica
Psíquico – Privado: se encuentra feliz por la vida que lleva en su vientre pero no está del todo equilibrada porque no sabe dónde encontrar al padre de la criatura.
Tipo de personalidad: divertida, extrovertida / introvertida
Temperamento: tranquilo aunque cuando algo no le gusta explosivo
Objetivos/metas: criar bien a su hijo
Conflictos interno: no sabe dónde encontrar al padre de su hijo
Motivación (hacer que?)Acción (Como?)Meta (para que?): encontrar al padre de su hijo, ubicar al último hombre con el que estuvo para que cuando su niño conozca y crezca con una figura paterna presente

Dimensión sociológica
Estabilidad en las relaciones: inestables
Estado civil : soltera
Ámbito familiar/nº hijos: uno por nacer
Ámbito profesional/laboral : sin trabajo
Rango profesional Ámbito educacional: estudiante de arte

Ø DESCRIPCIÓN DEL PERSONAJE

Celina Five es una muchacha de 20 años que está embarazada pero no sabe dónde encontrar al padre del pequeño que habita en su vientre, esa situación por momentos la aflige y sus ojos verdes esmeralda parecen convertirse en grises. Sin embargo no pierde las esperanzas. La noche que marcaría un nuevo rumbo en su destino está grabada en su alma. Fue cuando concurrió a una fiesta organizada por la Escuela de Bellas Artes que se daba a beneficio de un hogar de niños, hacía un año que estaba en la capital y no se animaba a salir pero no sabe bien por qué esa oportunidad le pareció buena, tal vez porque sabía lo que era que las tripas le sonaran como un violín desafinado a causa del hambre, quizás porque deseaba encontrar a alguien que la hiciera olvidar a aquel primer amor que dejó en La Rinconada y que estaba anudado a su corazón.

Esa tarde eligió minuciosamente el atuendo que llevaría y seleccionó los alimentos de mejor calidad para entregar a cambio de la entrada a lo que luego se convertiría en el pasaporte a un camino sin retorno.

Durante la noche tomó más de lo habitual pero quería sentirse parte de sus “compañeros” de facultad. A la fiesta fueron llegando jóvenes de todos lados y de repente se encontró hablando fluidamente con un muchacho apuesto de, según él, Las Lomas de San Isidro, ella estaba fascinada, su rostro pálido contrastaba perfectamente con los ojos marrones, su sonrisa era una bella melodía que sus oídos no querían dejar de escuchar, su perfume la envolvía así como también sus dulces palabras. De un momento a otro y sin recordar la manera llegaron a esa conversación en la que él la invitó a ir a su departamento, ella anonadada aceptó, su mente estaba en blanco. Una vez allí se sintió encandilada por el lujo del lugar y bajo el encantamiento de sus palabras accedió a que fueran, por unos instantes, una sola persona. El hechizo se rompió cuando el teléfono del joven sonó y una voz femenina le ordenaba imperiosamente que la fuera a buscar a una calle difícil de pronunciar. Él amablemente decidió devolverla a la fiesta, ella ingresó y sin reconocer rostro alguno se marchó a su hogar.

Afortunadamente sus tíos habían salido a cenar y todavía no habían llegado. Se acostó y se durmió sin ningún pensamiento.

Al día siguiente al tocarse el bolsillo derecho del saco encontró una nota que decía: “no intentes buscarme porque en un mes me caso y me iré muy lejos de aquí”, no le dio importancia a esa nota, ni le interesó saber quién era el apuesto muchacho hasta que el test de embarazo le dio positivo.

Actualmente una suave brisa no deja de acariciarle su vientre de 4 meses.

A pesar de ello su contextura física no ha sufrido demasiados cambios: sigue siendo flaca y sus senos son dos ciruelas maduras.

El que sí ha cambiado es su temperamento, antes de estar en cinta era una muchacha alegre y extrovertida, la risa la habitaba la mayoría de las horas del día, ahora ella decidió abandonarla y en su lugar una mirada solitaria y gris la caracteriza.

Le encanta la carrera que eligió sobre todo la pintura, soñaba con ser como Boticelli o mejor que él, ir a las galerías de arte era lo que más le gustaba hacer y anhelaba exponer algún día pero eso se vio relegado porque su objetivo, en este último tiempo, era otro: necesitaba encontrar al padre de su hijo, no se permitiría negarle ese conocimiento a su pequeño.

Ø HISTORIA PASADA:

Celina nació en La Rinconada, Jujuy ,su familia era muy humilde pero gracias a su tío, el esposo de la hermana de su madre, que se encontraba bien económicamente y vive en Buenos Aires, cuando cumplió la mayoría de edad le ofreció un lugar en su hogar para que pudiera continuar sus estudios en la facultad, así que ella aceptó puesto que su madre quería su bien y sabía que no le podría ofrecer un futuro digno allí.

Ella era la tercera de sus 8 hermanos, eran 4 mujeres y tres varones, todo ellos vivían en la misma casa, algunos junto a sus esposas e hijos. Celina sabía muy en su interior que no quería el mismo futuro para ella, quería una vida digna tener un estudio y ser reconocida.

Todos en el paraje la conocían, la habían visto nacer y se rumoreaba que tenía una buena estrella, “El pueblo le queda chico” afirmaban y ella así lo creía. Sus amistades eran muchas, todos allí se conocían y se reunían en la plaza a tomar unos mates y a charlar de la vida, muchas veces se sentía sola porque sus amigos no la comprendían, para ellos ese lugar era el único del planeta no concebían la idea de irse y mucho menos a un lugar tan lejos como Buenos Aires.

Su niñez y adolescencia estuvo atravesada por la carencia, sabía que había días que debía resignar su porción de alimento para que pudieran comer sus hermanitos más pequeños, que su madre construía vasijas pero que con la venta de ellas no alcanzaba para cubrir las necesidades básica, y su padre se había ido tres años atrás con la promesa de volver con la maleta llena de dinero y desde el día que cruzó el umbral de su precaria casita no habían oído hablar más de él.

Como su madre debía llevar el hogar adelante muy pocas veces tenía tiempo para hablar con Celina de temas relacionados con el sexo, el amor o su vocación, solo conversaban sobre temas referidos a su cotidianeidad.

Ø Contar un día en la vida del mismo

Celina se despierta muy temprano porque le encanta ver salir el sol, extraña las mañanas en La Rinconada ese olor a tierra mojada, el canto de los pájaros, en el lugar que vive actualmente solo hay cemento y ruido, mucho ruido, pero sabe que allí está su sueño y debe ir tras él.

Para no sentirse descortés con los dueños de casa, sus tíos, cada mañana les deja preparado el desayuno antes de ir a dar una vuelta por el parque, prefiere ir a los bosques de Palermo, porque sabe que las musas aparecen cada vez que ella está en contacto con la naturaleza. Una vez allí elige un banco y se dedica a contemplar. Luego vuelve a su casa y realiza algunas tareas del hogar mientras escucha música, al principio no sabía cómo se utilizaba el equipo de música pero tras las pacientes explicaciones de sus tíos logró usarlo. Le costó entender cómo podía un plato redondo contener música pero se sintió feliz al poder oírla, le gustaba mucho Fito Paez, Andrés Calamaro.

Todos los medio días los sorprendía con una rica comida Jujeña y luego se iba a la escuela de Bellas Artes a cursar. Después volvía a su hogar y antes de dormir le rezaba una oración a la virgen de Salta para que cuide a sus familiares allí en Jujuy y para que lo bendiga a su padre. Su habitación era pequeña, la estatuilla de la virgen resaltaba, las paredes tapizadas con un hermoso papel color té plagado de rosas rococó le daban un aire romántico al lugar, su cama era la más cómoda que había tenido en la vida y su biblioteca poco a poco fue creciendo, no sólo le gustaba la pintura encontraba a las musas también en la literatura y su tía no reparaba en gastos a la hora de complacer a la sobrina que ocupaba el lugar de aquellos hijos que no pudieron florecer en su vientre. Una tenue lámpara la iluminaba mientras leía sentada en un viejo pero cómodo sillón que se encontraba junto a la cama. El ropero era pequeño, no le daba demasiada importancia a la ropa, será porque nunca tuvo mucha ni la oportunidad de elegir la manera de vestirse, que solamente la utilizaba con la función de que la cubriera del frío en el invierno y que no dejara demasiado expuesto su delgado cuerpo en verano.

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